La importancia del Tercer Sector Social en tiempos del Coronavirus
Tradicionalmente han existido determinados grupos de necesidades de la población que no son atendidas por organizaciones e instituciones estatales, siendo la cobertura de estas necesidades sociales el campo de actuación del Tercer Sector Social. No cabe duda de que en los momentos de crisis como el actual, la acción de estas organizaciones es imprescindible para mitigar los indeseables efectos sobre nuevos grupos de población que se han visto afectados por el devastador alcance de la crisis económica y sanitaria causada por la pandemia.
Según el informe “El Tercer Sector de Acción Social en España 2019” elaborado por Plataforma ONG la acción social tiene un peso en la economía española equivalente al 1,45% del PIB. Los proyectos realizados supusieron el año pasado 16,5 miles de millones de euros, un 41% de los cuales se financiaron con fondos públicos, un 31% fueron sufragados por la iniciativa privada y el restante 33% con financiación propia. Son más de 500 mil empleos remunerados los que genera este sector, un 3% de la población ocupada, en su mayoría mujeres (un 70%). Se estima en más de un millón de personas las que colaboran de forma voluntaria en entidades sin ánimo de lucro de acción social. Por todo ello concluye este informe que “el Tercer Sector de Acción Social es un pilar del estado de bienestar y de la solidaridad. Y se constituye como un motor de transformación social de nuestro país.”
El alcance de la actual crisis con vertiente sanitaria, económica y social es de tal magnitud que, según un reciente informe “Impacto COVID-19 en entidades no lucrativas” elaborado por la Fundación Deloitte en colaboración con la Asociación Española de Fundraising y Fundación Lealtad, el 70% de las organizaciones sin ánimo de lucro en España prevé que sus ingresos se reduzcan tras la crisis originada por el coronavirus lo que, en consecuencia, hará peligrar su actividad para luchar contra la pandemia al reducirse sus ingresos.
No obstante, el papel de estas entidades sigue siendo primordial, y lo es más en tiempos de crisis como la actual, según este informe un 33% de las entidades afirma haber incrementado el número de usuarios. Mediante el fundraising se ha conseguido un fondo de reserva para cubrir estas necesidades en los próximos meses, pero las contribuciones seguirán siendo necesarias y en cuantías crecientes.
También incluye este informe la contribución social de las empresas a la crisis producida por la pandemia reorientando los ámbitos de actuación de sus políticas de RSC. El 73% de las entidades que han participado en el informe señalan como ámbito prioritario la salud y en segundo lugar, las iniciativas relacionadas con un trabajo decente, y se han visto relegadas las políticas relacionadas con la sostenibilidad y el cambio climático así como las acciones relacionadas con la igualdad de género.